Las cosas más sencillas.

Si todo a tu lado se oscurece
y tu pena en tu alma se retuerce,
si piensas que tu piel no se electriza,
y en vano tú buscas el brocal,

si sientes que el mundo te ha negado
la dicha que tú buscas en secreto,
si piensas que todo has entregado,
debes entónces proponerte un reto.

No dejarte avasallar por la tristeza
ni guardar rencores en el alma,
llevar erguida siempre la cabeza,
y en todo trance conservar la calma.

No permitir alojamiento al egoísmo,
ni andar por el camino a la deriva,
valora a los actos por tí mismo,
y aprecia la grandeza de la vida.

Disfruta de toda la creación,
del sol, del mar y las estrellas,
de los bosques y el canto del gorrión,
de las cosas más simples y más bellas.

Pues en todas las cosas más sencillas,
en aquellas que aparentan en la vida no valer,
en ellas encontramos maravillas,
y es por ellas que volvemos a creer.